En la tradicional misa, el obispo de Morón Jorge Vázquez aseguró que “el pueblo no quiere más divisiones ni enfrentamientos”. Miles de fieles caminaron este sábado por casi 60 kilómetros hasta la basílica de la ciudad bonaerense.
En el marco de la 45° Peregrinación Juvenil a Pie a la Basílica de Luján y a tres semanas para las elecciones generales, la Iglesia volvió a rechazar la grieta que atraviesa a la sociedad. “El pueblo está sediento de paz y hambriento de Justicia. No quiere ningún tipo de grieta ni enfrentamiento estéril, está cansado de las divisiones“, indicó el obispo de Morón Jorge Vázquez, que encabezó la misa principal en plaza Belgrano tras la movilización de miles de fieles desde la parroquia de San Cayetano en el barrio porteño de Liniers.
Inicialmente la ceremonia principal iba a estar a cargo del arzobispo de Buenos Aires Mario Poli, pero el cardenal participará de las celebraciones de los 50 años de la creación de la Prelatura de Cafayate, en Salta, donde el Obispo Prelado se encuentra enfermo hace tiempo.
En su mensaje, Vázquez llamó a la unidad de los argentinos en una época de gran confrontación ante la posibilidad de un cambio de Gobierno en los próximos comicios. “María quiso quedarse aquí junto al río Luján para cuidarnos y protegernos; para animarnos y acompañarnos en nuestro caminar como pueblo. El pueblo está sediento de paz y hambriento de Justicia. No quiere ningún tipo de grieta ni enfrentamiento estéril, y está cansado de divisiones“, señaló.
Con citas del papa Francisco, el religioso explicó que en el camino hacia la unión “no se trata de ignorar” las discrepancias, sino de “transformarlas, desarrollando una verdadera comunión en las diferencias”. “Así se construye un pueblo: desde la amistad social, solidaridad, y la fraternidad”.
“Los peregrinos fueron a Luján a renovar la fe, que es parte de su identidad, a encender la esperanza y a comprometerse en el amor para construir juntos una Patria de hermanos. La movilización es como un signo del caminar del pueblo argentino en el que no solo es importante el destino al que se llega, sino el mismo caminar, que no hacemos solos, sino con los otros, compañeros de ruta, peregrinos como nosotros”, agregó el obispo.
Familias enteras y grupos de amigos provenientes de distintos puntos del país llegaron a Luján luego de la peregrinación que empezó el sábado en la parroquia de San Cayetano de Liniers. A lo largo del recorrido se montaron 57 puestos de asistencia sanitaria y otros 16 de apoyo, que fueron asistidos por más de 6500 voluntarios de la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular.